12 recomendaciones para escritores nóveles
Monterroso (1921-2003) es autor de novelas, cuentos, aforismos y fábulas. Y mundialmente famoso por sus microrrelatos. El más celebrado es: "Cuando se despertó, el dinosaurio todavía estaba allí".
Con su habitual sentido del humor escribió un Decálogo con 12 mandamientos. Pero autoriza a los lectores a eliminar 2 y quedarse sólo con los 10 que le parezcan los mejores.
I
Cuando tengas algo que decir, dilo;
cuando no, también. Escribe siempre.
II
No escribas nunca para tus
contemporáneos, ni mucho menos, como hacen tantos, para tus antepasados. Hazlo
para la posteridad, en la cual sin duda serás famoso, pues es bien sabido que
la posteridad siempre hace justicia.
III
En ninguna circunstancia olvides el
célebre díctum: "En literatura no hay nada escrito".
IV
Lo que puedas decir con cien
palabras dilo con cien palabras; lo que con una, con una. No emplees nunca el
término medio; así, jamás escribas nada con cincuenta palabras.
V
Aunque no lo parezca, escribir es un
arte; ser escritor es ser un artista, como el artista del trapecio, o el
luchador por antonomasia, que es el que lucha con el lenguaje; para esta lucha
ejercítate de día y de noche.
VI
Aprovecha todas las desventajas,
como el insomnio, la prisión, o la pobreza; el primero hizo a Baudelaire, la
segunda a Pellico y la tercera a todos tus amigos escritores; evita pues,
dormir como Homero, la vida tranquila de un Byron, o ganar tanto como Bloy.
VII
No persigas el éxito. El éxito acabó
con Cervantes, tan buen novelista hasta el Quijote. Aunque el éxito es siempre
inevitable, procúrate un buen fracaso de vez en cuando para que tus amigos se
entristezcan.
VIII
Fórmate un público inteligente, que
se consigue más entre los ricos y los poderosos. De esta manera no te faltarán
ni la comprensión ni el estímulo, que emana de estas dos únicas fuentes.
IX
Cree en ti, pero no tanto; duda de
ti, pero no tanto. Cuando sientas duda, cree; cuando creas, duda. En esto
estriba la única verdadera sabiduría que puede acompañar a un escritor.
X
Trata de decir las cosas de manera
que el lector sienta siempre que en el fondo es tanto o más inteligente que tú.
De vez en cuando procura que efectivamente lo sea; pero para lograr eso tendrás
que ser más inteligente que él.
XI
No olvides los sentimientos de los
lectores. Por lo general es lo mejor que tienen; no como tú, que careces de
ellos, pues de otro modo no intentarías meterte en este oficio.
XII
Otra vez el lector. Entre mejor
escribas más lectores tendrás; mientras les des obras cada vez más refinadas,
un número cada vez mayor apetecerá tus creaciones; si escribes cosas para el
montón nunca serás popular y nadie tratará de tocarte el saco en la calle, ni
te señalará con el dedo en el supermercado.
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