244. Finnegans Wake: un libro imposible

   James Joyce escribió el "Ulises", una de sus dos colosales novelas, en siete años, entre 1914 y 1921, y en las ciudades de Trieste, Zürich y París, es decir entre sus 32 y sus 39 años. Obra de  cerca de mil páginas y de extraordinaria complejidad figura en el primer puesto de numerosas encuestas entre los libros más abandonados mucho antes de llegar al final.
   Sin darse casi respiro el escritor inició en 1922, en París, la escritura de "Finnegans Wake", la obra más ambiciosa jamás escrita en lengua inglesa que le llevó 17 años y que se publicó dos años antes de su muerte.
   "Finnegans Wake" es una exploración insomne en las fronteras de la lengua inglesa, más cerca del fondo del abismo que del borde y el propio Joyce dijo que para leerla pensaba también en un lector insomne. Wikipedia, una fuente tan citable en estos casos como cualquier otra, trata de definirlo como "un libro escrito en un lenguaje idiosincrático, que resulta de la mezcla de unidades lexicales del inglés standard con calambures multilingües repletos de neologismos y crasis, que según varios críticos buscan recrear las experiencias oníricas".
   Si esta novela es altamente difícil de leer en inglés resulta obvio que la posibilidad de su traducción a otras lenguas es casi imposible y en general se trata de versiones abreviadas. Hay quienes han dicho, incluso, que antes debería traducírsela al ingles. Se estima que apenas el 15% del libro está escrito en un inglés comprensible y el resto son sumas de palabras, juegos y mezcla de idiomas. También se ha arriesgado que es una única frase de 700 páginas o una única palabra de medio millón de caracteres.
   Como sea, no le faltan admiradores incondicionales. Leopold Bloom, el autor de "El canon occidental", Samuel Beckett y Anthony Burgess, que ha publicado en inglés una suerte de selección del libro. En castellano se suma Enrique Vila Matas que a lo largo de este 2013 ha ido publicando en su página web (http://www.enriquevilamatas.com/eduardolago/AnnaLiviaPlurabelle.html) una traducción por entregas a cargo de Eduardo Lago del capítulo conocido como "Anna Livia Plurabelle", quizás el único segmente del libro que admite, no sin enormes dificultades, la posibilidad de imaginar una versión en castellano.
   Borges, con su memorable ironía, dijo por un lado que no leía borradores. Sin embargo, en un intento de ser más concreto pero igual de lapidario también dijo: "Finnegans Wake es una concatenación de retruécanos cometidos en un inglés onírico y que es difícil no calificar de frustrados e incompetentes... Jules Laforgue y Lewis Carroll han practicado con mejor fortuna ese juego".
   En 1993 la editorial Lumen, todavía dirigida por Esther Tusquets, y que había publicado toda la obra anterior de Joyce, editó una selección más o menos amplia (casi 300 páginas) traducida por Víctor Pozano. Los comentarios que recibió de algunos especialistas fueron demoledores.
Para asomarnos a una idea aproximada de que el último libro de Joyce no da señales concretas de ninguna naturaleza acerca de su escritura y de sus ¿posibles? lecturas podemos leer las primeras líneas de "Anna Livia Prurabelle" primero en su lengua original y después traducidas por Víctor Pozanco y a continuación por Eduardo Lago.

James Joyce:

O
tell me all about
Anna Livia, I want to hear all
about Anna Livia. Well, you know Anna Livia? Yes, of course, we all know Anna Livia. Tell me all. Tell me now. You´ll die when you hear. Well you know when the old Cheb went futt and did what you know. Yes, I know, go on. Wash quit and don´t be dabbling. Tuck up your sleeves and loosen your talk-tapes. And don´t butt me – hike! – when you bend.

Víctor Pozanco:

¡OH, 
Cuántamelo todo
Anna Livia! Quiero saberlo todo
de Anna Livia. Porque sabéis quién es Anna Livia, ¿no? Claro que sí, todos sabemos quién es Anna Livia. Cuéntamelo todo; ahora mismo. Te va a darc algo cuando lo oigas. Ya sabes, cuando el viejo anduvo riorriendo se mojó e hizo lo que hizo. Sí, ya lo sé, sigue. Que hay mucha ropa sucia que lavar; y no salpiques. Remángate y larga. Y no embistas -¡soo!- al agacharte.

Eduardo Lago:

O
de Anna Livia
lo quiero saber todo
de Anna Livia ¡cuéntamelo todo! Y bien: ¿conoces a Anna Livia? Sí, por supuesto, todas conocemos a Anna Livia. Cuéntamelo todo. Cuéntamelo ya. Cuando lo oigas es que te mueres. Bien ya sabes que cuando el Cheb llegó a viejo y se secó  hizo lo que sabes. Lo sé, no desmadejes. Lavafuera y noteandes por las ramas. Arremángate y afloja la lengüeta mendaraz. ¡Y cuidao con la cabeza– Soo! que me das cuando te agachas.
James Joyce (Dublin, Irlanda 1882-Zürich, Suiza 1941)

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