Jardín Botánico sube los martes y los viernes.
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Anexo
No se ven durante cuatro o cinco días, Florencia y Sivori, porque ella tiene que acompañar a su madre, Juana Herralde, a firmar la escritura de la compra de un departamento en Punta del Este. De todas maneras se lleva, Florencia, "Rosario Express", el libro de cuentos de Juan Martini en el que está el relato que Sivori se ha empeñado en filmar: "La forma del tiempo".
Para su proyecto, por ahora, Sivori tiene pensado rebautizar la película como "Jardín Botánico", cambiar el nombre de la protagonista, y aumentarle un poco la edad cuando ella cuenta que a los cuatro años iba al Jardín con el padre. Se necesita, está seguro, él, una nena actriz un poco mayor, una chica como Elle Fanning, por ejemplo, que a los seis años hizo uno de los protagónicos de "The Door in the Floor" (miserablemente traducida como "Una mujer infiel") con Jeff Bridges y Kim Basinger. Nada menos: Elle Fanning. Prefiere, Sivori, ni siquiera imaginar los comentarios de Florencia Dillon si le confiara una cosa así.
Por otra parte es cierto que a medida que pasan los días la furia de ella se transforma primero en enojo, después en rencor, y por fin en una especie de disgusto que se va disolviendo, y seguirá disolviéndose hasta que María Lanús sea un puntito perdido en su memoria.
Así que cuando regresa de Uruguay vuelve a reunirse con Sivori y caminan una y otra vez a través de las que serán las locaciones más frecuentes de la película.
Un día, le cuenta Sivori, cuando ella ve por primera vez la Saturnalia se asusta tanto que sale corriendo en cualquier dirección, con el corazón en la boca, y de pronto se encuentra perdida en medio de un bosque. Es probable, dice él, que un chico urbano de cuatro años no haya visto nunca un bosque. La idea que tiene de un bosque es casi siempre la de los bosques que hay en los cuentos para chicos que les leen los padres y en las ilustraciones de esos cuentos, imágenes a las que hay que agregar las que él propio chico superpone con sus fantasías sobre esos bosques irreales. De modo que cuando la nena se encontró en el bosque supo quizás de inmediato que era un bosque pero quedó aterrorizada y comenzó a correr en cualquier dirección, sin rumbo, en busca de la Columna Meteorológica y de su padre... Por fin desembocó en un claro donde había algunos arbolitos con flores rojizas que él no se acuerda bien qué árboles son, a lo mejor, dice, jazmines chinos. Entonces ella le dice No, Sivori, esos no son jazmines chinos. Esos arbolitos son fucsias, o arces japoneses.
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