En las afueras de Taipei, en la isla de Taiwán, se comenzó a construir en 1978 un complejo turístico con perfil futurista en el que se cree ver también casas con forma de platos voladores. El proyecto estaba destinado en principio a militares de la armada de EE.UU asignados a misiones en el Asia Oriental.
Las maldiciones que cruzan esta leyenda cuentan también que con anterioridad el lugar fue un cementerio de soldados holandeses. Y que los accidentes fueron provocados por dividir en dos el dragón chino de la entrada para ampliar el acceso.
San Zhi, que nunca fue habitado, alcanzó por fin cierto interés turístico montado sobre la descomposición y el abandono. También para visitar las virtuales ruinas de una ciudad del futuro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario